Libro: Reseña, vivencias (la vendedora de rosas)
Este es una lectura argumentativa, ya que Víctor Gaviria da su punto de vista y cuenta vivencias y sucesos que transcurrieron en medio de el rodaje de su film.
Mónica es una niña de unos 12 años que vende rosas de noche por las calles de Medellín, junto con otro grupo de niñas a las que llega a sumarse Andrea, de 10 años, que ha huido de su casa por los golpes de su madre.
Dirigida por Víctor Gaviria, tiene varios puntos a su favor que hacen difícil analizarla estrictamente desde el punto de vista cinematográfico. Este es uno de los raros casos en que la realidad trasciende la pantalla por varios motivos.
El tuvo un buen manejo para su film ya que recogió niños que en realidad Vivian en la calle todo lo hizo con el fin de dar una imagen de la realidad del país sin tener que ocultar cosas.
Esto le da un toque de autenticidad profundo a la película. Porque los rostros que vemos, la ropa que usan, las expresiones que dicen al hablar, los lugares como bares, calles, y habitaciones de pensiones o casuchas donde viven los personajes, todo es auténtico. Parte de el vocabulario y la jerga que utilizan los personajes del film pueden ofender a algunos espectadores, pero esta jerga es la que utilizan como estilo de vida los personajes de este film. Gaviria no chantajea emocionalmente ni siquiera de sentir compasión por los personajes, nos da a conocer un discurso social.
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